La columna de Derechos Humanos de Vía Crítica es un espacio de denuncia: denunciamos la impunidad de ayer y de hoy; tenemos la intención de acercarnos al lugar que ocupan los derechos humanos en nuestra sociedad con una mirada crítica.
No consideramos que este gobierno “defiende” los derechos humanos. No sólo hay que aclarar que la impugnación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final fueron conseguidas gracias al reclamo y la movilización popular (y no fueron concesión de ningún gobierno),que lleva por detrás décadas de años de lucha, sino que también hoy los juicios a los militares se están llevando en un ínfimo porcentaje que abarca a los culpables más directos y reconocidos y,poco y nada se está haciendo nada con respecto a los miles de civiles también involucrados, así como con los empresarios que estuvieron involucrados en aquel regimen que defendía de forma absoluta sus intereses económicos. No hay punto de quiebre en el descuelgue de un cuadro en la ESMA o en la impugnación de las leyes.
Porque mientras avanza la causa para juzgar a un puñado de militares genocidas siguen desapareciendo personas, fuimos y somos testigo de innumerables casos de atropello a los Derechos Humanos. Durante la gestión kirchnerista desaparecieron Julio López, Luciano Arruga, Daniel Solano, ejemplos que traen al presente la sombra del terrorismo de Estado. Mientras se nos reparten las migajas de un modelo pensado para enriquecer a unos pocos, cientos de jóvenes son fusilados en las calles de los barrios más pobres con la impunidad que brinda la gorra y la chapa de la policía.
Mientras se nos anuncia el fin de la represión a la protesta social miles de luchadores son procesados y encarcelados de forma injusta, se elaboran proyectos de espionaje a los trabajadores que luchan y a las organizaciones sociales (tal como Proyecto X). Mientras el discurso oficial “repudia” a la última dictadura, a su lógica de tortura y muerte, se asesina a sangre fría a campesinos y miembros de comunidades rurales, o a quienes intentan conseguir un pedazo de tierra para poder construir su vivienda. Y como si esto fuera poco, aprueban una ley antiterrorista para juzgar a todo aquel que se atreva a cuestionar "la política de Estado, la política de la no represión y de la defensa de los derechos humanos"...
Somos parte de una juventud crítica que denuncia, se indigna y se moviliza ante todos los casos de violación a los Derechos Humanos a los que hicimos referencia y más, también denunciamos la explotación laboral que se ejerce en talleres clandestinos, denunciamos la explotación sexual que padecen miles y miles de mujeres atrapadas en las redes de trata.
"La columna de Derechos Humanos se propone como un espacio de discusión y denuncia contra la impunidad de ayer, pero también por la de hoy."
