Desde Vía Crítica, luchamos por la igualdad, la diversidad y el respeto de los géneros. En las primeras emisiones nos enfocamos en el derecho de la mujer (y de todas las personas que se autoperciben de género femenino) a vivir una vida sin violencia, así como lo establece la Ley de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres.
Las mujeres tienen derecho a la autodeterminación de sus cuerpos, es un derecho humano, es un derecho que les niegan y las violentan a cumplir con costumbres que debieran depender de la valoración de cada una en su fuero íntimo y no de la interpelación del pretendido deber ser sobre la mujer. Tratamos de dar una mirada analítica y basada en las experiencias y en las cantidades de mujeres jóvenes y pobres que mueren por abortos clandestinos, en condiciones pésimas de salubridad. Y todas, todas las mujeres que deciden abortar se enredan en la ilegalidad. Aún ante el amparo del aborto no punible, vemos la incidencia en el ámbito privado. Al no garantizar el cumplimiento, el Estado desde sus funcionarias y funcionarios políticos, médicas y médicos y desde la religiosidad que ampara, revictimiza a la mujer y ejerce violencia institucional.
Por eso, desde Vía Crítica pedimos: Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir.
La violencia de género (física, psicológica, simbólica, sexual y/o económica y patrimonial) es la que se ejerce sobre una mujer (y en las personas autopercibidas de género femenino) por el sólo hecho de serlo. Esta violencia es el sostén de la sociedad machista y patriarcal porque sin ella no hubiese existido la sumisión histórica de las mujeres. Y la consecuencia más extrema es el femicidio. Abogamos por la formulación de estadísticas oficiales para poder visibilizar los casos pero también es esencial, y aún más importante, la adjudicación de presupuesto al Consejo Nacional de las Mujeres para que arbitre los medios para la prevención y erradicación de la violencia de género.
También hacemos eje en la trata de personas con fines de explotación sexual como otra forma de violentar la vida, la libertad y la dignidad de las mujeres. La Ley 26.364 fue redactada y promulgada después de años de reclamo social por el caso de Marita Verón. Pero es un texto con muchas falencias, que pone el eje en la declaración de la mujer mayor de edad, o sea, que si la mujer dice que dio consentimiento para ser explotada, la denuncia se cae. Teniendo en cuenta que estas mujeres están quebradas psicológicamente y hasta son amenazadas por los tratantes, es poco probable que quieran denunciarlos. Y también pensamos, que los derechos humanos (aunque pretendan fundamentarlo en el consentimiento) no se delegan. También, en algún momento, abordaremos, la trata de personas con fines de explotación laboral.
Un tema que tenemos pendiente es las mujeres y el trabajo. La inequidad laboral a la que se enfrentan día a día, en los distintos puestos, sindicalizadas o no, de manera tácita o expresa. El famoso techo de cristal y las diferencias sustanciales en los salarios con respecto a los hombres.
Desde Vía Crítica también tenemos en cuenta que hay un montón de luchas pendientes para el movimiento LGBTIQ (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, transgéneros, intersexuales y queers). Entre ellas, la inclusión real en el ámbito laboral de las personas trans, la aplicación efectiva del Plan Médico Obligatorio para que tengan realmente garantizadas todas las prestaciones. También es indispensable la educación desde la diversidad de niñas y niños, la discusión seria sobre la homo/lesbo/transfobia, la derogación de los códigos contravencionales y la reforma de la Ley Antidiscriminatoria. En el marco de la XXI Marcha del Orgullo LGBTIQ, dialogamos sobre los nuevos desafíos para lograr una sociedad más igualitaria.
Para nosotras y nosotros, todas las temáticas de género son de vital importancia así como redefinir los medios desde una perspectiva de género, no sólo en el marco de una columna.